Valdivia es una ciudad fluvial,
vinculada además a la actividad turística, por lo que el acceso específicamente
a través de los puentes es un tema que merece debate. Esto, considerando que
los puentes cumplen importantes funciones, no sólo de conectividad, sino que
también como miradores, revelando señales de la imagen turística de un destino
como ocurre en el caso de destinos turísticos tan conocidos como Florencia y
Praga.
Ante esta situación, nacen
algunas preguntas como: ¿Cuáles son las necesidades que satisfacen los
puentes?, ¿La arquitectura de los puentes influye en la imagen turística del
destino?, y ¿Los puentes a construir contribuyen al valor paisajístico, o representan un daño para el patrimonio cultural de la
ciudad? Estas y otras son las preguntas
que muchos valdivianos se plantean, debido a la construcción de nuevos puentes
en Valdivia, que prometen descongestionar las avenidas más transitadas, pero
que en otros casos, sólo se perciben como una amenaza para las zonas típicas o
con alto valor histórico de la ciudad.
Por lo mencionado, el pasado 16
de septiembre de 2011 se plebiscitó la ubicación del segundo puente que conecte
la Isla Teja con el centro de Valdivia, liderado por el Movimiento Puente
Ciudadano y el abogado Rafael Asenjo. Este movimiento pretendía reunir una
cantidad de firmas (3.825) que obligara al municipio a realizar una votación a
toda la comunidad sobre la ubicación del futuro puente, pero no tuvo éxito
recolectando sólo 2.009 firmas. La principal causa hace referencia a la escaza
difusión de la acción ciudadana,
el que fue publicado en redes sociales y en la web, mas no así en medios a los
que tiene acceso la comunidad que sí está registrada en el servicio electoral.
Por este motivo, el OBTUR – UACh desarrolló
un sondeo online aplicado a 48 actores injerentes en la actividad turística de
Valdivia (sector público, privado y académico), donde los principales
resultados reflejaron lo siguiente:
El 65% de los entrevistados
considera que la arquitectura de los puentes, sí afecta a la ciudad como destino,
demarcando que no sólo cumplen una función vial, sino también de estética y de
imagen para el destino; con lo cual, se presenta la necesidad de un nuevo
puente sin efectos negativos en el paisaje, patrimonio y estilo urbano de la
ciudad.
Como segundo resultado, sobre la
pregunta relacionada con la mejor ubicación de un nuevo puente en la ciudad; el
48,94% privilegia la alternativa que une la Isla Teja con Cochrane o Yerbas
Buenas y la segunda alternativa más contestada, corresponde al puente que uniría
la zona costera con Baquedano, con un 46,81%. Por consiguiente, cabe destacar
que los resultados expuestos son cifras muy similares, descartando definitivamente
la alternativa de un puente paralelo al actual Puente Pedro de Valdivia,
promoviendo de esta forma, la descentralización y el desarrollo en otros
sectores de la ciudad.
Por lo demás, la construcción de
un puente paralelo al actual no descongestionaría por completo el centro de
Valdivia y el acceso a la Isla Teja, más bien continuaría siendo un polo fácil
de congestión y más aún al presentarse manifestaciones sociales.
Referente a si un nuevo puente
afecta al patrimonio cultural o zonas típicas, el 73,47% de los encuestados
manifiesta que la instalación del nuevo puente no afectaría, al no considerar la
posibilidad de un puente paralelo al Pedro de Valdivia, y que la nueva
infraestructura estará acorde con el paisaje de la ciudad, con la ubicación, la
arquitectura, tipo y características de la zona.
Finalmente,
respecto a la reubicación de las casas Prochelle, o eliminación del Parque
Prochelle y de la Plaza Chile, el 83% de
las encuestados respondió con una negación a estas posibilidades, debido a la
vinculación de estos hitos de la ciudad, lugares históricos y patrimoniales,
con las postales clásicas que fotografían los turistas en Valdivia.